Cada invierno con el frio llegan las enfermedades o
mejor dicho las gripes y las inflamaciones. En mi casa todos los años siempre
cogíamos una gripe, la mayoría de las veces me ponía yo mala y mis hermanos
rara vez estaban enfermos. Siempre que teníamos gripe o algún virus; mi madre
nos dejaba quedar en casa para
recuperarnos. Para mi eran como unas segundas vacaciones, pasaba todo el día en
cama, podía ver la televisión y me consentían casi todo.
Mi madre y mi familia estaban muy atentos por si
necesitaba algo, si quería comer, beber o si me encontraba mal. Si mis tíos o amigos de la familia se enteraban
de que estaba enferma me consentían con unas chucherías, revistas o algún
regalo sorpresa. Cuando llegaban mis hermanos del colegio iban para mi
habitación y se pasaban allí la tarde conmigo haciéndome compañía, contándome
novedades del colegio y cuidándome. Otra manera de consentirme era con la comida. Mi
madre nos preparaba comida blanda y cocida. Pero lo bueno es que podía elegir
la comida. Como a mí me gusta mucho el pescado, mi padre ya me traía varios
tipos de pescado para comer los días que estaba enferma.
Cuando
ya estaba recuperada, tenía que ir al colegio. Los compañeros estaban todos
preocupados. Y los mismo ocurría cuando un amigo/a estaba enfermo, todos los
días le preguntábamos al profesor/a porque no venía al colegio. Lo mismo
ocurrió cuando me operaron de apéndice. La profesora, en nombre de mis
compañeros, llamaba cada tres días para saber cómo iba mi evolución. Luego se
lo decía a mis compañeros. Recuerdo cuando me dieron el alta, llegue a casa y
el cartero había dejado una carta para mí. Era de mis compañeros de clase, que
me mandaban recuerdos y que me mejorar pronto. Cuando regrese al colegio mis
compañeros querían ver la cicatriz que me quedara de la operación, querían
tocarla porque era algo nuevo para ellos. Además me contaban actividades o
excursiones que habían realizado en los días que yo había faltado. En una
semana mis compañeros no se separaban de mi lado preguntando que me habían
hecho, si me dolió la operación, si iba al colegio del hospital, etc.
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